¿Has perdido a un ser querido y sientes que no has podido superar esa separación?

Te entiendo. Yo también pasé por ahí...

Sin importar cuánto tiempo haya pasado, a una parte de nosotros realmente le cuesta aceptar la partida definitiva de quienes amamos, porque el cuerpo echa de menos las evidencias físicas de la presencia.

Ver, escuchar, abrazar... todo lo que deja de ser posible cuando alguien muere.

Pero aquí voy a contarte de una aproximación a la muerte que no va de sólo de finales, sino de comienzos.

El comienzo de una nueva relación de amor con tus seres queridos que ya han dejado este plano físico, una relación que no termina porque va más allá del cuerpo.

Hoy te quiero mostrar que es posible ver la muerte de otra manera y abrir el corazón a comprender el sagrado acto de dejar el cuerpo físico, como una importante transición del alma que continúa su camino.

Por eso, si estás deseando encontrar paz por la ausencia de alguien significativo para ti que ya no está con vida, y abrirte a una nueva forma de vincularte con esa persona, en este espacio vas a dar un gran paso para conseguirlo.

Desde el momento del nacimiento, cuando tuvimos el valor de salir del cálido vientre materno, entramos en una fase de transición.

El final terrestre de dicho proceso evolutivo se vive con la muerte, la última transición, durante la cual el alma deja definitivamente la envoltura física para continuar su evolución en otros planos de consciencia.

El cuerpo está destinado a perecer, esa es la condición inevitable de la materia, pero el alma no fallece, y de hecho mantiene el vínculo con quienes han sido parte de su paso por la tierra.

Por eso, aunque la materia se descompone, la energía permanece, y desde un nuevo estado de consciencia podemos mantener una estrecha relación con aquellos que ya han dejado su paso por la tierra.

"Pero María, es muy difícil aceptar que quien amamos ya no está más"

Lo sé, y en realidad no se trata de que dejes de echar en falta a tus seres queridos, sino de comenzar a tejer una comunicación que ya no es del órden físico, sino del órden del alma.

Claro que puedes tener un anhelo por seguir teniendo esta persona en tu vida, a lo mejor expresarle aquello que te quedó por decir, cerrar esas cuentas pendientes que te quedaron luego de su partida...

¡Y es posible hacerlo! Aún cuando no sea de la manera a la que estábamos acostumbrados.

Para quienes seguimos con vida, después de la muerte de un ser querido, se da una separación en el aspecto físico. Los sentidos que percibían al otro necesitan desacostumbrarse, y eso puede vivirse como una ruptura nada fácil de llevar...

Pero la realidad desde el punto de vista del alma es la no-separación. 

Comprender esto implica que para quienes nos quedamos aquí vivos en cuerpo físico, es posible desarrollar la capacidad de comunicar con el alma que ha elegido elevarse a los planos de luz.

Así es. Los lazos de amor son irrompibles, y también después de la muerte puedes mantener una relación cercana y mutua con tus seres amados.

Es una forma de comunicación que puedes aprender y cultivar.

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Mira, esto también me ha pasado a mi...

La vida ha querido que en los momentos de despedida de mis seres queridos más cercanos no haya podido estar a su lado.

Mi madre, mi abuela, mi tía abuela...

He tenido que afrontar un duelo en la distancia y completar esa despedida sin un cerco de contención con quien compartir el sentimiento que acompaña la muerte de los que amamos.

Aprendí a crear una ceremonia para hacer las paces con su partida, y especialmente aprendí a continuar una relación que atraviesa las fronteras físicas para seguir en contacto amoroso y cercano con cada uno de ellos.

Mi madre acompañó mis embarazos y partos aún después de no estar en vida.

Mi abuela me dejó saber importantes detalles que le quedaron por decir aún después de no estar con vida.

Ayudé a mi tía abuela y a mi padrino a partir en paz aún cuando me encontraba a miles de kilómetros de distancia en el momento de su muerte.

He tenido el honor de brindar mi asistencia a muchas personas que han despedido a sus seres queridos en su última transición, durante y después.

Toda esta experiencia y conocimiento son los que han dado forma al Taller Ceremonia para ponerte en paz con la partida de tus seres amados, Duelo en Luz.

Abrirse a comprender la muerte desde esta perspectiva ayuda a superar de forma más amorosa, compasiva y expansiva la separación física que de manera natural comprende dolor, tristeza, frustración, rabia, y cuántos más sentimientos que sabemos que se despiertan en el cuerpo una vez nuestros seres queridos dejan de ser una presencia física en el mundo.

La muerte es la última transición dentro de esta línea de vida, pero no es el fin.

Vamos a profundizar en todo esto, en un encuentro sanador y reconciliador con la muerte y con la vida.